Santos Teódulo y Julián, Mártires: Testigos de Fe Inquebrantable

El 17 de febrero, la Iglesia recuerda a los Santos Teódulo y Julián, mártires cristianos que entregaron su vida por su amor a Cristo durante la cruel persecución del emperador Diocleciano en el siglo IV.

¿Quiénes fueron Teódulo y Julián?
Teódulo era un anciano de gran fe que servía en la administración del gobernador Firmiliano en la región de Cesarea. Julián, por su parte, era un cristiano fervoroso que tampoco dudó en confesar su fe.

Cuando se desató la persecución contra los cristianos, ambos fueron arrestados y presionados para que ofrecieran sacrificios a los dioses paganos. Sin embargo, con valentía y firmeza, se negaron rotundamente, proclamando que solo Jesucristo era su Señor.

El Martirio como Prueba de Amor
Por su fidelidad inquebrantable, fueron sometidos a crueles tormentos y, finalmente, condenados a muerte. Teódulo fue crucificado, y Julián, arrojado al fuego, ofreciendo su vida como testimonio de su amor a Cristo.

Un Ejemplo de Fortaleza y Fidelidad
El testimonio de los Santos Teódulo y Julián nos recuerda que la fe verdadera no teme a la persecución ni al sufrimiento. Su valentía nos motiva a permanecer firmes en nuestra fe, aun en medio de las dificultades.

Que su ejemplo nos inspire a vivir con convicción y amor a Cristo. ¡Santos Teódulo y Julián, rogad por nosotros!

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