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Vida Catòlica marzo 3, 2025

Santa Catalina Drexel: La Santa de la Educación y la Caridad

El 26 de noviembre de 1858, en Filadelfia, Pensilvania (EE.UU.), nació Catalina Drexel, una mujer que, a pesar de haber nacido en el seno de una de las familias más ricas de la ciudad, dedicó su vida y su fortuna al servicio de los más necesitados. Su legado en la educación y evangelización de las comunidades afroamericanas e indígenas en los Estados Unidos sigue siendo una inspiración para la Iglesia y el mundo.


Infancia y Formación

Catalina fue hija de Francis Anthony Drexel, un exitoso banquero y filántropo, y de Emma Bouvier Drexel. Desde su infancia, sus padres le inculcaron un profundo sentido de la generosidad y el compromiso con los más desfavorecidos. Su hogar era un lugar donde se practicaba la caridad de manera cotidiana, con la convicción de que la riqueza debía ser utilizada para servir a los demás.

Desde muy joven, Catalina comprendió que la educación era clave para la transformación social. Sus hermanas compartían esta misma visión: Isabel Drexel fundó una escuela para huérfanos en Pensilvania, mientras que Luisa Drexel Morrell estableció una escuela para personas pobres de raza negra en Virginia.


Un Llamado a la Misión

En 1884, durante un viaje por el oeste de Estados Unidos, Catalina quedó impactada por la difícil situación en la que vivían los indígenas americanos y los afroamericanos, quienes sufrían pobreza, marginación y falta de acceso a educación. Al regresar, comenzó a donar grandes sumas de dinero para la construcción de escuelas y misiones.

Sin embargo, no se conformó solo con ayudar económicamente. En 1887, durante una audiencia con el Papa León XIII, le pidió que enviara más misioneros para trabajar con los pueblos indígenas de EE.UU. La respuesta del Pontífice la sorprendió: «¿Por qué no te conviertes tú misma en misionera?». Estas palabras encendieron en su corazón el deseo de consagrar su vida a Dios y a los más necesitados.


Fundación de las Hermanas del Santísimo Sacramento

En 1891, Catalina renunció a su herencia millonaria e ingresó en la vida religiosa, fundando la congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento, dedicada a la educación y evangelización de los indígenas y afroamericanos. A lo largo de su vida, invirtió más de 20 millones de dólares en la creación de escuelas, iglesias y misiones en comunidades marginadas.

Bajo su liderazgo, la congregación estableció más de 60 escuelas y misiones en todo el país. Su obra más destacada fue la fundación de la Universidad Xavier de Luisiana en 1925, la primera universidad católica para afroamericanos en los Estados Unidos, que sigue siendo una institución clave en la educación de jóvenes de esta comunidad.


Últimos Años y Canonización

En 1935, Catalina sufrió un ataque al corazón, lo que la obligó a retirarse de la vida activa. Pasó sus últimos años en oración y contemplación, confiando la obra a sus hermanas. Falleció el 3 de marzo de 1955, a los 96 años, dejando un legado imborrable de amor y servicio.

El Papa Juan Pablo II la beatificó en 1988 y la canonizó el 1 de octubre del 2000, convirtiéndola en la segunda santa nacida en Estados Unidos. Su fiesta se celebra el 3 de marzo.


Legado de Santa Catalina Drexel

Santa Catalina Drexel nos deja un testimonio de cómo la riqueza, cuando se pone al servicio de los demás, se convierte en un instrumento de justicia y amor. Su incansable lucha por la educación y los derechos de los más marginados nos inspira a vivir con generosidad, compromiso y fe profunda.

Hoy, su obra sigue viva a través de la Universidad Xavier de Luisiana y las instituciones educativas que fundó, demostrando que la educación y la evangelización son herramientas poderosas para la transformación del mundo.

🙏 Santa Catalina Drexel, ruega por nosotros. 🙏

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