San Dimas, el Buen Ladrón: El Primer Santo del Cielo

Entre los personajes que aparecen en la Pasión de Cristo, uno destaca por su conversión y humildad en los últimos momentos de su vida: San Dimas, el Buen Ladrón. Su historia es un recordatorio de la infinita misericordia de Dios y del poder del arrepentimiento sincero.

¿Quién fue San Dimas?

San Dimas es el ladrón arrepentido que fue crucificado junto a Jesús. En los Evangelios, aparece en contraste con el otro malhechor, Gestas, quien insultaba a Cristo. Dimas, en cambio, reconoció sus pecados y defendió la inocencia de Jesús con estas palabras:

«Nosotros estamos aquí justamente, porque recibimos lo que merecen nuestros actos; en cambio, este hombre no ha hecho nada malo.» (Lc 23, 41)

Con humildad, pronunció su famosa súplica:

«Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.» (Lc 23, 42)

Jesús, con su infinita misericordia, le respondió:

«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.» (Lc 23, 43)

El Primer Santo del Cielo

San Dimas fue el primero en recibir la promesa del Paraíso directamente de Jesús. Su historia es un mensaje de esperanza y redención, mostrando que nunca es tarde para volver a Dios con un corazón sincero.

Festividad

La Iglesia conmemora a San Dimas el 25 de marzo, día en el que tradicionalmente se recuerda la Anunciación y la Encarnación del Hijo de Dios.

Reflexión

San Dimas nos enseña que la misericordia de Dios está siempre disponible para quienes la buscan con fe y humildad. Su vida nos invita a confiar en el perdón divino y a vivir con la certeza de que Dios nunca abandona a un corazón arrepentido.

San Dimas, ruega por nosotros.

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