SAN BENJAMÍN, DIÁCONO Y MÁRTIR DE LA FE

Un testigo valiente del Evangelio

San Benjamín fue un diácono cristiano que vivió en el siglo V, durante el reinado del rey persa Yazdegerd I. En una época de fuertes persecuciones contra los cristianos en Persia, este santo destacó por su valentía y fidelidad a Cristo, incluso a costa de su propia vida.

Un diácono entregado a la evangelización

Benjamín se dedicaba con fervor a predicar el Evangelio y llevar la fe cristiana a los perseguidos. Sin embargo, fue arrestado y encarcelado durante un año, acusado de difundir el cristianismo en tierras persas.

A través de la mediación del emperador de Constantinopla, logró ser liberado, pero con una condición: debía cesar toda actividad evangelizadora. Para Benjamín, esto era impensable. Su misión era anunciar la Palabra de Dios, y no podía guardar silencio.

Su martirio: un testimonio de fe inquebrantable

Fiel a su vocación, Benjamín continuó predicando la fe cristiana con mayor ardor. Al enterarse de esto, el rey lo mandó a arrestar nuevamente y le ofreció libertad si renunciaba a Cristo. Pero Benjamín, con firmeza, respondió que nunca dejaría de hablar de su Señor.

Como castigo, sufrió torturas atroces: sus verdugos clavaron cañas afiladas bajo sus uñas y entre sus dedos, y finalmente fue atravesado con una lanza hasta morir.

Ejemplo de valentía y fidelidad

San Benjamín nos recuerda que la fe es un don precioso, por el que debemos estar dispuestos a darlo todo. Su testimonio nos anima a vivir con valentía nuestra fe, sin miedo a las dificultades ni a las persecuciones.

Festividad: 31 de marzo
Patrono de los diáconos y los perseguidos por su fe

🛤 «No puedo callar lo que he visto y oído» – San Benjamín, mártir.

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