Provenientes de magia y brujería: a su transformación. San Marciano y San Luciano

La Iglesia Católica conmemoro a Marciano y Luciano, dos individuos que antes de su conversión practicaban la brujería y el ocultismo. Sin embargo, todo cambió cuando se encontraron con una joven devota del cristianismo.

Según el libro Vidas de los santos del P. Alban Butler, ambos «habían explorado las artes oscuras», pero «sus creencias no tenían ningún efecto sobre una joven cristiana».

Las leyendas antiguas cuentan que Marciano y Luciano, quienes vivieron en el siglo III, superaron a sus mentores en las artes prohibidas y se sumieron en la oscuridad. No obstante, apareció en sus vidas una joven piadosa que se había dedicado al servicio del Señor.

Sintieron una fuerte atracción por ella y trataron de cortejarla, pero la joven los rechazó. Intentaron usar sus sortilegios y conjuros para capturarla, pero sus esfuerzos fueron en vano.

Este fracaso los hizo cuestionar sus poderes falsos y reflexionar sobre la fuerza de Cristo. Fue así como decidieron abandonar sus prácticas y quemar todos sus objetos relacionados con la magia negra, optando por seguir el camino de la fe.

El P. Butler relata que, después de recibir el sacramento del Bautismo, distribuyeron sus posesiones entre los necesitados, se retiraron para orar y hacer penitencia, y luego se convirtieron en fervientes predicadores de la palabra de Cristo.

Eventualmente, fueron arrestados debido a la persecución contra los cristianos y fueron condenados a morir en la hoguera. A pesar de esto, se dirigieron al suplicio cantando con alegría y agradeciendo a Dios.