Hoy se conmemora a Santa Eulalia, la niña mártir protectora de la ciudad de Barcelona

Santa Eulalia de Barcelona, también conocida como Santa Eulalia de Mérida, es una santa cristiana venerada tanto en la Iglesia Católica como en la Iglesia Ortodoxa. Es particularmente venerada en la ciudad de Barcelona, España, donde es considerada la copatrona junto con la Virgen de la Merced. Su festividad se celebra el 12 de febrero.

Santa Eulalia de Barcelona vivió durante el siglo III en la época de la persecución de los cristianos bajo el gobierno del emperador romano Diocleciano. Según la tradición, nació en Mérida, en la provincia de Hispania (la actual España), y a una edad temprana se trasladó a Barcelona, donde fue martirizada por su fe.

La historia de Santa Eulalia relata que, a la edad de trece años, desafió abiertamente las órdenes del gobernador romano Daciano de renunciar al cristianismo y adorar a los dioses paganos. Por negarse a apostatar de su fe, Eulalia fue sometida a diversas formas de tortura brutal, incluyendo la flagelación, la exposición al frío extremo y la quema en una hoguera.

Se dice que durante su martirio, Santa Eulalia mostró una valentía y una determinación increíbles, soportando el sufrimiento con paciencia y fortaleza. Según la tradición, mientras estaba en la hoguera, una paloma blanca salió de su boca, lo que se considera un signo milagroso de su pureza y de su unión con Dios.

Finalmente, Santa Eulalia falleció el 12 de febrero del año 304. Su martirio y su testimonio de fe inquebrantable la convirtieron en una figura venerada en la Iglesia y en un símbolo de resistencia y valentía para los cristianos de Barcelona y más allá.

La Basílica de Santa María del Mar, ubicada en el barrio del Borne de Barcelona, es uno de los lugares más importantes de veneración de Santa Eulalia. En esta iglesia se conserva una reliquia de la santa: su mano derecha, que se muestra a los fieles en una vitrina.

La festividad de Santa Eulalia se celebra con diversos actos religiosos y culturales en Barcelona, incluyendo procesiones, misas y otras actividades en honor a la santa mártir. Su ejemplo de fe y valentía continúa inspirando a los cristianos de todo el mundo, especialmente en la ciudad de Barcelona, donde es considerada una patrona y protectora.