Hoy se celebra al Papa San Pío X, quien nos llama a instaurarlo todo en Cristo

San Pío X, cuyo nombre de nacimiento era Giuseppe Melchiorre Sarto, fue un papa de la Iglesia Católica que ocupó el cargo desde 1903 hasta su fallecimiento en 1914. Su festividad se celebra el 21 de agosto.

San Pío X es conocido por su enfoque en la reforma litúrgica y la promoción de una espiritualidad más profunda y auténtica entre los fieles. Nació el 2 de junio de 1835 en Riese, Italia, y provenía de una familia campesina. Antes de ser elegido como Papa, había servido como obispo y cardenal.

Una de las frases más destacadas asociadas a San Pío X es «Instaurare omnia in Christo», que significa «Instaurarlo todo en Cristo». Esta frase resume su enfoque en la restauración de la Iglesia y la renovación espiritual en un momento en que la Iglesia estaba enfrentando desafíos tanto internos como externos.

Durante su papado, San Pío X tomó diversas medidas para promover una vida cristiana más auténtica y una mayor participación en los sacramentos. Algunas de sus contribuciones notables incluyen:

1. Reforma Litúrgica: San Pío X promovió una revisión y simplificación del rito de la Misa. En 1903, emitió el decreto «Tra le sollecitudini», que alentaba la restauración de la música sacra y la participación activa de los fieles en la liturgia.
   
2. Comunión temprana: Promovió la práctica de la Comunión temprana, permitiendo que los niños recibieran el sacramento de la Eucaristía a una edad más temprana, cuando eran capaces de entender su significado.
   
3. Catecismo: San Pío X también impulsó la promulgación de un catecismo para la enseñanza de la fe católica, conocido como el Catecismo de San Pío X.
   
4. Lucha contra el modernismo: Combatió el modernismo, una corriente de pensamiento que intentaba reinterpretar la doctrina católica a la luz de la filosofía y la ciencia modernas. Emitió la encíclica «Pascendi Dominici Gregis» en 1907 para condenar esta tendencia.

San Pío X fue conocido por su humildad, sencillez y caridad pastoral. Fue canonizado por el Papa Pío XII en 1954. Su legado perdura en la Iglesia Católica, especialmente en lo que respecta a la liturgia y la formación espiritual.

La frase «Instaurare omnia in Christo» refleja su visión de volver a poner a Cristo en el centro de la vida y la acción de la Iglesia, buscando renovar y fortalecer la fe de los creyentes.