Hoy se celebra a Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, patrona de la ancianidad
Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, nacida el 9 de enero de 1843 en Aitona, España, es recordada como una figura fundamental en la atención y cuidado de los ancianos desamparados. Su vida fue un ejemplo de entrega total al servicio de los más necesitados, inspirada por su profundo amor a Dios. En 1872, fundó la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, cuya misión era proporcionar asistencia integral a los ancianos vulnerables.
Desde muy joven, Santa Teresa mostró una compasión extraordinaria hacia los ancianos, percibiendo en ellos la imagen de Cristo sufriente. Con una visión clara de la necesidad de brindarles dignidad y cuidado, la congregación que fundó rápidamente se expandió, estableciendo hogares en España y más allá, dedicados a ofrecer un cuidado que iba más allá de lo físico, atendiendo también las necesidades espirituales y emocionales de los ancianos.
La vida de Santa Teresa estuvo profundamente marcada por su fe inquebrantable y su caridad sin límites. No solo proporcionó un hogar a los ancianos, sino que también les ofreció la oportunidad de vivir sus últimos años con amor y respeto. Su dedicación le ganó la canonización por el Papa Juan Pablo II el 27 de enero de 1974, y su legado sigue vivo a través de la obra continua de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
Cada 26 de agosto, día de su fallecimiento en 1897, se celebra su festividad, recordando su vida dedicada a la caridad y su profunda influencia en la atención de los ancianos en todo el mundo. Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars es un ejemplo intemporal de cómo el amor y la fe pueden transformar vidas y ofrecer esperanza a quienes más lo necesitan.
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