Skip to main content
Vida Catòlica agosto 31, 2023

Hoy se celebra a la Virgen de las Lágrimas, que llora si rechazamos el amor de Dios

El 31 de agosto marca la celebración en honor a la Virgen de las Lágrimas, una advocación mariana que surgió en Siracusa, Italia, durante el siglo XX. En aquella época, una imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas en múltiples ocasiones.

Las «lágrimas de dolor y esperanza» para el mundo, como las describió el Papa San Juan Pablo II, surgieron en 1953 en la modesta residencia de Angelo Lannuso y Antonina Lucia Giusti. En su dormitorio, una imagen en relieve de la Virgen María capturó la atención. Durante cuatro días, entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre, la imagen derramó lágrimas.

La primera persona en presenciar este prodigio fue Antonina, quien en ese momento esperaba su primer hijo. Los Lannuso habían recibido la imagen como obsequio de bodas.

El párroco local, el Padre Giuseppe Bruno, visitó a la familia Lannuso en compañía de varias personas, incluido el Doctor Michele Cassola, un hombre abiertamente ateo, y otros vinculados a la ciencia. Estos expertos fueron testigos directos del milagro, que nunca se volvió a repetir desde entonces.

Fase de investigación El líquido proveniente de las lágrimas de la Virgen fue recogido y sometido a diversos análisis por una comisión científica dirigida por el Dr. Cassola.

Uno de los estudios principales comparó las lágrimas humanas de un niño y un adulto con las lágrimas vertidas por la imagen. Los resultados revelaron que el líquido de la imagen de la Inmaculada coincidía con la composición de las lágrimas humanas. Tras las investigaciones, la comisión no pudo encontrar una explicación científica para este fenómeno. El informe final, emitido el 9 de septiembre de 1953, fue concluyente en este sentido.

Tres meses después, el 12 de diciembre de 1953, día de la festividad de la Virgen de Guadalupe, los obispos de Sicilia declararon de manera unánime que la Madre de Dios había llorado.

«Las lágrimas de María» (Papa Pío XII) Casi un año después, el 17 de octubre de 1954, el Papa Pío XII mencionó este prodigio en un mensaje radial con motivo del Congreso Mariano regional de Sicilia.

El Santo Padre comentó: «¿Podrán los hombres entender el misterioso lenguaje de estas lágrimas? ¡Las lágrimas de María! En el Gólgota, fueron lágrimas de dolor por Jesús y de tristeza por los pecados del mundo. ¿Llora aún por las nuevas heridas en el Cuerpo místico de Jesús?… ¿O acaso llora por tantos hijos en los que el error y la culpa han apagado la vida de gracia, ofendiendo gravemente la majestuosidad divina? ¿Son quizás lágrimas de espera por el tardío retorno de otros hijos, antaño fieles, ahora arrastrados por engaños en medio de los enemigos de Dios?».

«Lágrimas de dolor ante los que rechazan el amor divino» (San Juan Pablo II) El gran número de devotos motivó la construcción de un santuario en honor a la Virgen de las Lágrimas en 1968, renovado en 1994. En noviembre del mismo año, San Juan Pablo II consagró este lugar. Durante su visita pastoral a Catania y Siracusa, el Papa peregrino destacó que las lágrimas de la Virgen «atestiguan la presencia de la Iglesia Madre en el mundo… Son lágrimas de dolor ante los que rechazan el amor divino, ante las familias separadas o en dificultades, ante la juventud amenazada por la cultura consumista y frecuentemente desorientada, ante la violencia que aún provoca derramamiento de sangre y ante los conflictos y odios que profundizan abismos entre personas y naciones», añadió.

«Para enjugar las lágrimas» (Papa Francisco) El 5 de mayo de 2016, el Papa Francisco encabezó una vigilia de oración llamada «Para enjugar las lágrimas», como parte del Jubileo de la Misericordia. En esta ocasión, el relicario de la Virgen de las Lágrimas fue llevado al Vaticano. Durante el evento, el Santo Padre resaltó que «junto a cada cruz, siempre está la Madre de Jesús. Con su manto, ella enjuga nuestras lágrimas. Con su mano, nos ayuda a ponernos de pie y nos acompaña en el camino de la esperanza».

Dos años más tarde, el 25 de mayo de 2018, el Papa Francisco presidió otra liturgia en presencia del relicario de las lágrimas de la Virgen. Desde la capilla de la Casa Santa Marta, expresó: «Han traído desde Siracusa la reliquia de las lágrimas de la Virgen. Hoy están aquí, y rezamos a la Virgen para que nos conceda a nosotros y a la humanidad, ya que lo necesitamos, el don de las lágrimas, para que podamos llorar por nuestros pecados y por las muchas calamidades que afligen al pueblo de Dios y a los hijos de Dios».

El Santuario Mariano de Siracusa recibe aproximadamente un millón de peregrinos cada año.

Fuente: aciprensa

Si te gustó, por favor comparte!

Secciones

Más Leídos

Lecturas del Lunes de la 26ª semana del Tiempo Ordinario


Lectura de la profecía de Zacarías (8,1-8):

En aquellos días, vino la palabra del Señor de los ejércitos: «Así dice el Señor...


Sal 101,16-18.19-21.29.22-23

R/. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria Los gentiles temerán tu nombre, los...


Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús,...

Leer todas las lecturas