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Vida Catòlica marzo 15, 2024

Hoy recordamos a San Longinos, el soldado romano que traspasó con su lanza el costado de Cristo y creyó en Él

En la historia del cristianismo, hay figuras que destacan no solo por sus acciones, sino por la profunda transformación espiritual que experimentaron. San Longinos es una de esas figuras, conocido por su papel crucial en uno de los eventos más significativos de la Pasión de Cristo.

El Encuentro en el Calvario

Según los relatos evangélicos, durante la crucifixión de Jesús en el monte Calvario, un soldado romano llamado Longinos fue encargado de asegurarse de la muerte de los crucificados. Este soldado, cuya identidad nos llega a través de la tradición cristiana, presenció el sacrificio de Cristo y fue testigo del oscuro cielo y el temblor de la tierra que acompañaron a su muerte.

El Acto de Fe

Sin embargo, lo más significativo fue lo que ocurrió después de la muerte de Jesús. Según la tradición, Longinos fue el soldado que, con una lanza, traspasó el costado de Cristo para asegurarse de su muerte. Pero en ese momento, algo extraordinario ocurrió: Longinos fue testigo de cómo del costado de Jesús brotó sangre y agua, un evento interpretado simbólicamente como el nacimiento de la Iglesia y la fuente de la salvación para la humanidad.

La Conversión y el Testimonio de Longinos

Este evento marcó un profundo cambio en Longinos. En lugar de continuar siendo un simple soldado romano, se convirtió en uno de los primeros creyentes en la divinidad de Jesús. Según la tradición, Longinos habría exclamado: «Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios». Este acto de fe le valió la conversión al cristianismo y, eventualmente, el martirio por su nueva fe.

La Devoción a San Longinos

A lo largo de los siglos, la figura de San Longinos ha sido objeto de devoción en la Iglesia Católica y en otras tradiciones cristianas. Es considerado como un ejemplo de cómo incluso aquellos que participaron en la muerte de Jesús pueden encontrar redención a través de la fe y el arrepentimiento.

Conclusión

La historia de San Longinos nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la gracia divina puede obrar en los corazones de aquellos que están dispuestos a creer. Su transformación, desde un soldado romano hasta un testigo de la verdad divina, nos inspira a buscar la verdad y la redención en nuestras propias vidas.

En este día, recordamos y honramos la vida y el testimonio de San Longinos, cuya fe nos enseña que ningún pecado es demasiado grande para la misericordia de Dios y que incluso aquellos que han pecado pueden encontrar el perdón y la salvación a través de Jesucristo.

¡Que la historia de San Longinos nos inspire a profundizar nuestra fe y a buscar la verdad con valentía y humildad!

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