Hoy celebramos a San Antonio María Claret, patrono de los obreros textiles y la educación

San Antonio María Claret fue un sacerdote católico y misionero español del siglo XIX, conocido por su dedicación a la educación y su trabajo en beneficio de los obreros textiles. Nació el 23 de diciembre de 1807 en Sallent, Cataluña, España, y falleció el 24 de octubre de 1870 en Fontfroide, Francia. Fue canonizado como santo por el Papa Pío XII en 1950.

A lo largo de su vida, San Antonio María Claret desempeñó un papel crucial en la revitalización de la Iglesia Católica en España durante un período de agitación política y social. Fundó la Congregación de los Hijos del Corazón Inmaculado de María (Claretianos) en 1849, una orden religiosa dedicada a la educación, la predicación y la pastoral. Los Claretianos se comprometieron especialmente en la educación de los jóvenes y en proporcionar formación técnica y profesional a los obreros, incluyendo a los obreros textiles.

San Antonio María Claret también fue un destacado escritor y editor. Fundó la editorial «La Academia Mariana de Lérida», donde publicó numerosos libros sobre temas religiosos y morales. También fue nombrado Arzobispo de Santiago de Cuba en 1849 y trabajó arduamente para mejorar la situación espiritual y social de la población en Cuba.

Además de su labor educativa y pastoral, San Antonio María Claret fue un prolífico escritor y predicador. Escribió numerosos libros, folletos y sermones, muchos de los cuales se centraban en la importancia de la devoción mariana y el amor al Sagrado Corazón de Jesús.

San Antonio María Claret es venerado como el patrón de los obreros textiles y la educación debido a su dedicación a mejorar las condiciones de los trabajadores en la industria textil y su compromiso con la educación y formación de la juventud. Su fiesta se celebra el 24 de octubre de cada año en la Iglesia Católica.