Hoy, 14 de abril, la Iglesia Católica celebra la festividad de Santa Liduvina, patrona de los enfermos crónicos

Santa Liduvina nació en Schiedam, Holanda, en el año 1380. A una edad temprana, sufrió una grave lesión mientras patinaba sobre hielo, lo que le causó problemas físicos crónicos y dolores intensos que la acompañaron el resto de su vida. A pesar de sus sufrimientos, Liduvina mantuvo una profunda fe en Dios y dedicó su vida al servicio de los demás a través de la oración y el sufrimiento unidos al de Cristo.

Santa Liduvina experimentó visiones y misticismo durante su vida, y se dice que recibió estigmas invisibles que solo se manifestaban a través de su dolor físico. Durante años, permaneció postrada en una cama, soportando su dolor con paciencia y ofreciéndolo como sacrificio por los pecadores y por la Iglesia.

La vida de Santa Liduvina es un testimonio de fortaleza, paciencia y fe en medio del sufrimiento. A través de su ejemplo, nos recuerda la importancia de aceptar nuestras propias cruces y de ofrecer nuestros sufrimientos como unidos a los de Cristo por la salvación del mundo.

En este día, recordamos a Santa Liduvina como un ejemplo de santidad y devoción, especialmente para aquellos que sufren de enfermedades crónicas y dolencias persistentes. Elevamos nuestras oraciones a ella, pidiendo su intercesión por todos los enfermos crónicos, para que encuentren consuelo y fortaleza en su unión con Cristo crucificado.

¡Santa Liduvina, ruega por nosotros y por todos los enfermos crónicos!

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