En Memoria del Papa Francisco
«Un Pastor con olor a oveja, un corazón lleno de misericordia»
Con profundo dolor, pero también con esperanza cristiana, el mundo despide hoy, lunes 21 de abril de 2025, al Papa Francisco, quien ha partido a la Casa del Padre. Su fallecimiento marca el fin de un capítulo inolvidable en la historia de la Iglesia, y nos deja el legado de un pontificado lleno de humanidad, cercanía, valentía y Evangelio vivo.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, fue elegido Sumo Pontífice el 13 de marzo de 2013, convirtiéndose en el primer Papa latinoamericano, el primero jesuita y el primero en tomar el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, el santo de los pobres, la paz y la creación.
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco se destacó por su estilo sencillo, su sonrisa cercana y sus gestos profundamente humanos. Prefirió la misericordia al juicio, la ternura al poder, y la compasión al rigor. Luchó contra la indiferencia, la pobreza, el clericalismo y la exclusión, recordándonos que la Iglesia debe ser un «hospital de campaña», abierta a todos, especialmente a los más heridos.
Francisco fue un Papa reformador que buscó renovar las estructuras internas de la Iglesia, dar voz a los que no la tienen, y tender puentes en un mundo cada vez más dividido. Sus encíclicas como Laudato Si’, Fratelli Tutti y Evangelii Gaudium fueron faros de luz sobre el cuidado de la creación, la fraternidad universal y la alegría del Evangelio.
Hasta el último momento de su vida, llevó con dignidad la cruz del servicio, fiel a su lema episcopal: «Miserando atque eligendo» — «Lo miró con misericordia y lo eligió».
Hoy damos gracias por su vida y su entrega. Lloramos su partida, pero celebramos la esperanza de la resurrección, con la certeza de que el buen Pastor ha sido recibido por Aquel a quien sirvió con amor y humildad.
Descansa en paz, Santo Padre Francisco.
Tu testimonio de fe, tu voz profética y tu ternura quedarán grabadas para siempre en el corazón de la Iglesia.
“Fui elegido para servir. Recen por mí.”
– Papa Francisco
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