El Papa: Las habladurías y el dinero destruyen las comunidades

En el Vaticano, el Papa Francisco se reunió con los Canónigos Regulares del Santísimo Salvador Lateranense en conmemoración del bicentenario de su fundación. Durante la audiencia, les brindó una serie de recomendaciones para guiar su apostolado: la oración, la vida en comunidad, el uso compartido de los bienes y el servicio a la Iglesia. Además, les advirtió sobre los peligros de las habladurías, describiéndolas como una plaga que destruye todo.

El Papa resaltó la importancia de la oración como una fuente de oxígeno para el alma y como un medio para evitar el egoísmo y la autorreferencialidad. También enfatizó la necesidad de vivir en comunidad, superando así la peste de las habladurías. El uso común de los bienes fue destacado como una decisión sabia para protegerse de las influencias negativas, ya que el demonio siempre encuentra una forma de ingresar a través de los bolsillos. Por último, instó a los Canónigos a tener un espíritu de servicio hacia la Iglesia, evitando vivir únicamente para sí mismos.

Estas cuatro indicaciones ofrecidas por el Papa son aplicables no solo a los Canónigos Regulares del Santísimo Salvador Lateranense, sino también a todas las congregaciones religiosas.

El Papa también resaltó la historia y los orígenes antiguos de la congregación, que se remontan al siglo XV. La congregación se formó mediante la fusión de dos comunidades y se inspiró en la vida común de los clérigos en los primeros tiempos de la Iglesia. Este legado histórico se basa en la oración, la comunión de vida y el uso comunitario de los bienes.

El carisma de los Canónigos Regulares combina la contemplación y la actividad, dedicándose tanto a la oración y al estudio como al ministerio, y adaptándose a las necesidades cambiantes de los tiempos.

El Papa reconoció los desafíos que la Congregación ha enfrentado en el pasado y les animó a seguir renovando su vida religiosa. En ese sentido, les recomendó que se dejen guiar por las cuatro estrellas mencionadas anteriormente.

El Papa también hizo hincapié en la importancia de la oración personal y les pidió que hagan un examen de conciencia sobre cuántas horas al día dedican a la oración.

En cuanto a la vida en comunidad, el Papa enfatizó la importancia de ser hermanos y les aconsejó que eviten hablar mal unos de otros, ya que las habladurías pueden destruir las comunidades. Para respaldar este punto, el Papa mencionó que cada Canónigo recibirá un libro sobre el tema.

Además, el Papa señaló que el dinero también puede destruir la comunión y subrayó la sabiduría del uso común de los bienes. Citando las palabras de Jesús, advirtió que no se puede servir a dos señores y que el diablo siempre entra por los bolsillos.

Por último, el Papa resaltó la importancia del espíritu de servicio a la Iglesia y recordó que el título de los Canónigos Regulares no es solo un rango, sino un signo de pertenencia a una comunidad. El nombre de la congregación, Canónigos Regulares del Santísimo Salvador Lateranense, refleja su compromiso con la Regla y la fidelidad a la Iglesia, que se expresa principalmente a través del servicio.

El Papa concluyó su discurso dirigiéndose a los jóvenes sacerdotes que están experimentando en la congregación, alentándolos a aprovechar esta oportunidad como un regalo y a escucharse mutuamente, reconociendo la riqueza que cada uno aporta a los demás. Les deseó que avancen con sinceridad y apertura de corazón.

Fuente: vatican news