El Papa Francisco llega a Lisboa para participar en la JMJ

El avión que transportaba al Papa Francisco junto con los periodistas que le acompañaban durante el viaje, despegó del aeropuerto Fiumicino de Roma a las 7.50 (hora local) y aterrizó en la Base Aérea de Figo Maduro, en Lisboa, a las 09.44 (hora local), 15 minutos antes de lo previsto.

Un grupo masivo de aproximadamente 900.000 jóvenes, quienes están participando en la Jornada Mundial de la Juventud, han estado esperando ansiosamente al Santo Padre durante varios días en la capital portuguesa.

Antes de su partida hacia Lisboa, la Oficina de Prensa informó que el Papa Francisco se acercó a saludar a un grupo de jóvenes que residen en una comunidad de rehabilitación, por lo que no pudieron asistir a esta JMJ 2023. En esta ocasión, también se encontraban presentes tres abuelos con sus nietos, lo que destacó el enfoque del Pontífice en resaltar el vínculo entre las generaciones.

Una vez en Lisboa, el Papa Francisco descendió del avión de ITA Airways en su silla de ruedas, a través de un ascensor, y saludó cordialmente a las autoridades portuguesas presentes, incluyendo al embajador de Portugal ante la Santa Sede, Domingos Fezas Vital, y al presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.

En un emotivo gesto, al descender del avión, una pareja de niños vestidos con trajes tradicionales entregaron flores al Papa, quien, a su vez, les obsequió dos rosarios con los colores de la bandera portuguesa.

Posteriormente, el Papa Francisco y el presidente del país sostuvieron un breve encuentro en la sala VIP del aeropuerto, seguido de un traslado en coche hacia el Palácio Nacional de Belém, donde tuvo lugar la ceremonia de bienvenida y la tradicional visita de cortesía al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.

Luego, el Papa se reunió con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el Centro Cultural de Belén, donde pronunció su primer discurso. La jornada continuó con la foto oficial, la firma del libro de honor y la bendición a los presentes desde la terraza, seguido de un intercambio de regalos en el Salón de Embajadores, y una reunión privada en el Estudio del Presidente.

En el libro de honor, el Papa dejó escrito en portugués: «Peregrino de esperanza en Portugal, rezo y espero que este país de corazones jóvenes siga tendiendo la mano hacia horizontes de fraternidad. Lisboa, ciudad del encuentro, inspire caminos para afrontar juntos las grandes cuestiones de Europa y del mundo».

En la tarde de este 2 de agosto, el Papa Francisco sostendrá una reunión con el primer Ministro de Portugal, y a las 17.30 horas, presidirá la oración de las Vísperas con los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y operadores pastorales en el Monasterio de los Jerónimos. Tras la oración, pronunciará su homilía.