San Juan y San Pablo

San Juan y San Pablo son dos mártires cristianos venerados por la Iglesia Católica. Aunque no se dispone de mucha información histórica sobre sus vidas, se cree que fueron soldados romanos y mártires durante el reinado del emperador Juliano el Apóstata en el siglo IV.

Según la tradición, Juan y Pablo servían en la guardia imperial del emperador romano y también eran cristianos secretos. Sin embargo, cuando Juliano intentó restaurar la adoración de los dioses paganos y perseguir a los cristianos, Juan y Pablo se negaron a renunciar a su fe y a participar en los rituales paganos.

Cuando su fe fue descubierta, fueron arrestados y sometidos a torturas. A pesar de las torturas, no renunciaron a su fe y finalmente fueron decapitados el 26 de junio del año 362. Según la tradición, sus cuerpos fueron enterrados en la colina del Celio en Roma, donde más tarde se construyó una basílica en su honor.

La basílica de San Juan y San Pablo en Roma se convirtió en un lugar de peregrinación y veneración para los cristianos. Las reliquias de los santos se encuentran en la cripta de la basílica y su festividad se celebra el 26 de junio.

San Juan y San Pablo son considerados santos y mártires por la Iglesia Católica. Su martirio y testimonio de fe los convierten en ejemplos de valentía y fidelidad en medio de la persecución religiosa. La Iglesia los honra como modelos de santidad y los fieles les rezan y les piden su intercesión en sus necesidades espirituales.