Los Terceros Misterios del Rosario
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La enfermedad de Pott es una enfermedad que provoca una degeneración de los tejidos vertebrales provocando un dolor tan inmenso que las personas que la padecían tenían que ser atadas a sus camas porque de lo contrario intentarían suicidarse.
En 1945, Ramón Montero Navarro, un futuro santo de España, fue diagnosticado con la enfermedad de Pott. Su agonía llegó a su clímax a la edad de 13 años cuando su pequeño cuerpo tuvo que soportar llagas terriblemente dolorosas y tormentos internos. Aun así, con los ojos cerrados y la lengua ahogada, Ramón rezaba el rosario a diario. Extrañamente, tan pronto como llegaba al tercer misterio, sus síntomas lo abandonaban milagrosamente por un tiempo y podía completar sus cuentas en paz.
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Leí la historia de Ramón hace casi 15 años y cada vez que he rezado el rosario desde entonces, he experimentado el valor de un átomo de paz encendida cada vez que llego al tercer Misterio. Puede que no sea mucho, pero a lo largo de los años, cada gota en el océano de oración de la cristiandad ciertamente suma.
El 3er Misterio Gozoso – El Nacimiento de Jesucristo en Belén
Para los dos primeros Misterios Gozosos, María recibe a Dios en su cuerpo durante la Anunciación y comparte sus noticias con Isabel en la Visitación. En Emmanuel, “Cristo está con nosotros”, Él toma la vida de María (con su permiso) para que nuestras mismas almas nunca sean las mismas. Aquel que es Luz podía ser visto y aquellos que buscaban podían encontrarlo.
El 3er Misterio Luminoso – La Proclamación del Reino de los Cielos
Una vez más, los dos primeros Misterios Luminosos conducen a los primeros pasos de Cristo en la misión. Fue bautizado, completó su primer milagro y ahora era el momento de que lo hiciera público. Se pronunció el Sermón de la Montaña y el Verbo Encarnado cayó sobre oídos abiertos y cerrados.
El 3er Misterio Doloroso – La Coronación de Espinas
La película La Pasión de Cristo hace creer que la flagelación de Jesús fue un evento público. No soy historiador, así que esto muy bien podría ser cierto. Pero cuando leo los Evangelios, tengo la sensación de que la Flagelación del Pilar se llevó a cabo a puerta cerrada. El hecho de que se dé tan poca descripción me lleva a creer que de la misma manera que solo tres de los discípulos de Jesús estaban con Él (dormidos) en el Huerto de Getsemaní, así también había solo dos o tres en el pilar para infligir heridas. No fue hasta que Pilato se lavó las manos y el pueblo lo coronó de espinas que el Siervo Sufriente se dio a conocer a todos.
El 3er Misterio Glorioso – La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles
Muy pocos fueron testigos de la Resurrección. De hecho, la gran mayoría de los Apóstoles se mostraban distantes y, cuando sus amigos se lo decían, se asustaban un poco. En estos primeros momentos de la Iglesia sólo pertenecían a ella los que podían testimoniar que Cristo había resucitado. Lamentablemente, durante los dos primeros Misterios Gloriosos, a muy pocos se les concedió esta gracia.
Entonces sucedió Pentecostés y los ecos de los Apóstoles siguen resonando hasta llegar a todos los oídos ya todos los corazones. En este día, la Iglesia, cuerpo misionero y místico de Cristo, fue insuflada como Dios le dio a Adán su primer aliento. Él, Jesús, se hizo así público en nosotros para la eternidad.
En el tercer misterio del rosario, Cristo se hace presente en el mundo, a través de su enseñanza, con su ejemplo y en nuestro corazón. Supongo que solo demuestra que en Él no hay curva de campana, solo una constante subida cuesta arriba hacia la grandeza.
Estoy feliz de que nos encuentre a mitad de camino.
Autor: T.J. Burdick
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