Hoy se celebra a San Diego de Alcalá, patrono de los hermanos franciscanos legos

San Diego de Alcalá, cuyo nombre secular era Diego Martínez, fue un fraile franciscano nacido en la ciudad de San Nicolás del Puerto, cerca de Sevilla, España, hacia el año 1400. Aunque no es tan conocido como algunos otros santos, su vida está llena de humildad, devoción y milagros que lo llevaron a ser venerado como santo.

Diego tuvo una infancia marcada por la pobreza, pero desde joven mostró un profundo sentido de la caridad y la compasión hacia los menos afortunados. Se unió a la Orden Franciscana como hermano lego, lo que significa que no fue ordenado sacerdote, pero desempeñó un papel importante en la vida monástica y en el servicio a Dios a través de su trabajo y oración.

Una de las historias más conocidas sobre San Diego de Alcalá involucra su devoción a la Eucaristía. Según la tradición, Diego solía compartir su comida con los necesitados y, en una ocasión, llevó pan a la casa de la orden. Se dice que, milagrosamente, las cestas de pan siempre estaban llenas, independientemente de cuánto compartiera con los pobres.

Otro relato famoso cuenta que, mientras cuidaba el jardín del convento, Diego fue sorprendido en éxtasis contemplando la gloria de Dios. En una ocasión, los superiores del convento lo encontraron con las manos llenas de rosas frescas en pleno invierno. Este hecho se consideró un milagro y se le atribuyó la capacidad de comunicarse con la naturaleza y los animales.

San Diego de Alcalá también es venerado como patrono de los hermanos franciscanos legos, aquellos miembros de la Orden Franciscana que, sin ser sacerdotes, desempeñan un papel crucial en el servicio a Dios a través de su trabajo y dedicación diaria. Su vida sencilla y su profunda espiritualidad han inspirado a generaciones de fieles.

El 13 de noviembre se celebra la festividad de San Diego de Alcalá. Su ejemplo de humildad, servicio desinteresado y amor a Dios sigue siendo una fuente de inspiración para todos aquellos que buscan vivir una vida centrada en la fe y la caridad.