SAN OSVALDO

San Osvaldo, también conocido como San Oswald o San Osvaldo de Northumbria, fue un rey anglosajón de Northumbria, una región del norte de Inglaterra, en el siglo VII. Nació alrededor del año 604 y murió el 5 de agosto de 642. Es considerado un santo y mártir en la Iglesia Católica y en la Iglesia Anglicana.

Vida y reinado: Osvaldo era hijo de Etelfrido de Northumbria, un poderoso rey anglosajón, y se crio en el exilio debido a las circunstancias políticas y guerras de poder en su región. Sin embargo, a la muerte de su padre, Osvaldo regresó a Northumbria y se convirtió en rey en el año 634.

Como rey de Northumbria, Osvaldo tuvo un reinado notable, conocido por su liderazgo en la expansión del cristianismo en la región. Fue un devoto cristiano y buscó difundir la fe en su reino de diversas formas, incluyendo el envío de misioneros para evangelizar a los pueblos paganos. Entre los misioneros que envió se encontraba San Aidan, quien se convirtió en obispo de Lindisfarne y desempeñó un papel importante en la conversión de los anglosajones al cristianismo.

La Batalla de Maserfield: Uno de los acontecimientos más destacados de su reinado fue la Batalla de Maserfield (o Battle of Oswestry), que tuvo lugar en el año 642. En esta batalla, Osvaldo se enfrentó a su rival, el rey pagano Penda de Mercia. A pesar de estar en desventaja numérica, Osvaldo confiaba en la protección de Dios y llevó un estandarte en el que se había hecho una cruz improvisada. Según las crónicas, antes de la batalla, Osvaldo colocó el estandarte en el suelo y se arrodilló para rezar pidiendo la victoria.

Sin embargo, a pesar de su valentía y confianza, Osvaldo fue derrotado y murió en la batalla, a la edad de 38 años. Su cuerpo fue desmembrado y las partes se colocaron en diferentes lugares como trofeos de guerra.

Santidad y legado: La muerte de Osvaldo en la batalla lo convirtió en un mártir, y su devoción como santo creció rápidamente en la región y en toda la cristiandad. Se le atribuyeron milagros y su fama de santidad se extendió más allá de las fronteras de Northumbria.

Hoy en día, San Osvaldo es recordado como un rey cristiano piadoso y valiente, que buscó propagar la fe cristiana en su reino y que, a través de su martirio, dejó un legado de inspiración para las generaciones posteriores. Su fiesta litúrgica se celebra el 5 de agosto en la Iglesia Católica y en la Iglesia Anglicana.