S. GERMÁN, OBISPO DE PARIS

San Germán de París, también conocido como San Germán de Auxerre, fue un obispo y santo de la Iglesia católica que vivió en el siglo V. Nació alrededor del año 378 en Autun, Francia, y murió el 28 de mayo de 448 en París, Francia.

Germán fue educado en Autun y más tarde se trasladó a Roma para continuar sus estudios. Allí se convirtió en amigo cercano del Papa San Dámaso I, quien lo ordenó sacerdote y lo nombró obispo de Auxerre, en la región de la Galia, en el año 418.

Como obispo, Germán fue conocido por su dedicación pastoral y su compromiso con la fe cristiana. Fue un defensor ferviente de la ortodoxia y combatió las herejías de su tiempo, especialmente el pelagianismo, que negaba la necesidad de la gracia divina para la salvación.

San Germán se destacó por su predicación y su habilidad para enseñar la fe de manera clara y convincente. Fue un líder espiritual influyente en su comunidad y se preocupó profundamente por el bienestar de sus fieles.

Además de su labor como obispo, San Germán tuvo un papel importante en la política de su tiempo. Jugó un papel crucial en la defensa de la ciudad de París durante la invasión de los hunos en el año 451. Se dice que su presencia y oraciones inspiraron a las tropas y llevaron a la victoria contra el enemigo.

San Germán murió el 28 de mayo de 448 en París y fue enterrado en la iglesia que lleva su nombre, la Basílica de San Germán de Auxerre. Después de su muerte, se le atribuyeron numerosos milagros y su fama de santidad se extendió rápidamente.

Fue canonizado como santo por el Papa Pío II en el año 1450. San Germán es venerado como el patrón de París y es reconocido como un modelo de fe, valentía y santidad. Su fiesta se celebra el 28 de mayo en el calendario litúrgico católico.